Este libro escrito por Bàrbara Viader es muy útil, describe mediante un cuento la vida de un niño/a: Levantarse, ir a clase, las diferentes actividades escolares, la salida del cole, ir a clases de natación...
A medida que discurré la historia se explican las dificultades sensoriales que perjudican la calidad de vida de los niños. Si un padre le leé este cuento a su hijo o hija la ayudará porque ofrece soluciones a cada dificultad y porque sabrá que no es rara, que hay más niños y niñas a los que le ocurre lo mismo.
Al final del libro hay una explicación para padres, madres o educadores para que conozcan porque el niño/a se siente mal y lo fácilmente que se puede evitar.
Me gustó tanto, que lo compré nueve veces, lo regalé a profesores de educación infantil y primaría, a psicólogos y a profesores de psicopedagogía de la UOC.
¿Quién me hablo de el libro?
Mi hijo y yo pasabamos todas las tardes en la ludoteca del barrio de Sants (Barcelona) y una educadora social que sabía que mi hijo tenía TEA me prestó el libro. Como soy TEA se lo devolví. ¿a que tu también lo haces? Disculpad que por un momento me voy a otro tema, 10 segunditos; Hay un dicho: hay dos tipos de tontos los que prestan libros y los que los devuelven.
Mi hijo con condición TEA detestaba con toda su alma la típica semana escolar en que se celebra el carnaval, ir al cole un día con la ropa del revés, otro simulando estar herido, el siguiente en pijama, y la cereza del pastel, ir a la rua de carnaval, todos los alumnos de la escuela, disfrazados y pitando silbatos.
Aunque le insistía a la escuela que para él, mi hijo, ese día era una tortura y que se pudiera quedar en casa, nada, la escuela venga a insitir que tenía que probar.....¿Sabéis que pasaba? yo iba a la escuela en el momento que se iniciaba la rua y salvaba a mi hijo llevándolo a casa. En ese momento ante la carita de horror de mi hijo los profesores entendían que aquella actividad no era apropiada para él. Como padres o madres de un niño/a TEA ¿Habéis vivido alguna situación similar?
A medida que mi hijo se hizo mayor, fuí más contundente y no participabamos en el carnaval.
Os he contado este ejemplo de hipersensibilidad al ruido, dificultad de adaptación al cambio de los niños con TEA porque los profesores deberían leer este libro directamente en la facultad.
Que fácil es evitarle sufrimiento a una persona si los padres conocemos el problema, y nsomos escuchados y comprendidos por los por profesionales de la educación, del ocio o de la sanidad que acompañan al niño en su proceso de desarrollo.
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