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martes, 16 de agosto de 2022

El sentimiento de culpa. ¿Cómo evitarlo?

¿Cómo evitar el sentimiento de culpa?

Hola, hay una emoción muy molesta y que me visita en demasiadas ocasiones: el sentimiento de culpa. A veces nos equivocamos y al revisar nuestros actos nos damos cuenta que hemos errado, si es por este motivo, como la culpa quema mucho por dentro, y conduce a la vergüenza, sentimos la necesidad de pedir perdón, de volver a sentir equilibrio y paz interior.

El sentimiento de culpa surge cuando reflexionamos de los actos hechos en el pasado basandonos sobre lo que se ha dicho o echo o sobre lo que no se ha dicho ni hecho. Porque somos lo que hacemos pero también lo que dejamos de hacer. Sentirse culpable es un indicio de sensibilidad. Solo quien es capaz de ser sensible al daño causado a otros puede sentir culpa.

La culpa nos invade al creer que hemos hecho algo mal. Es el termómetro de nuestros actos, nos señala que consideramos adecuado y que no lo es. Nos indica que somos responsables de nuestros actos y nos ayuda a evaluarlos.

La experiencia  de sentirnos culpables es insoportable así que nos apresuramos a reparar el daño causado. Tenemos la necesidad excesiva se sentir paz interior de manera que culpamos a otras personas, especialmente a las que nos señalan e indican nuestros defectos. Y esa no es la solución. Detectarlo y evitarlo está en tus manos. 

A causa de esta emoción sentimos autoreproche: Consiste en que al realizar algo que no es correcto, una voz interior te habla. Eres tu mismo preguntándote si te has compartado del modo que consideras conveniente. En ocasiones el autoreproche se convierte en una voz que detiene tu avance y te aleja de tus objetivos. Porque es una chachara que nunca te deja sentir bien, que constantemente te recuerda que lo que haces no es suficiente o no es bastante bueno, así que si le das valor a lo que te dice se convierte en autoexigencia. 

Las personas con condición autista tenemos tendencia a sentir que debemos hacer más, que haciendo más compensamos que no somos suficientemente válidos. Hemos de acallar esa voz interior y distinguir con claridad que parte de responsabilidad tenemos en los proyectos o relaciones que no han funcionado. Se puede dibujar un gráfico de responsabilidad para demostrarte a ti mismo que parte de responsabilidad tienes en lo sucedido y ver  que a los demás también les corresponde una porción.

La culpa es uno de los sentimientos más negativos que puede tener el ser humano,  la cual con su obsesión por el autocastigo y el autoreproche, nos impide ser útiles. También una de las maneras más utilizadas de manipular a los otros. Un modo de lastimar que consiste en utilizar a la otra persona cargándola de responsabilidades que no les pertenecen.  No desperdicies horas tratando de gustar y conformar a los otros en lugar de atender las prioridades de tu vida.

Tu eres responsable de tu vida, no dejes que los pensamientos de otros o sus frustraciones te conviertan en una víctima, una persona pasiva que no toma el control de sus pensamientos, sentimientos y emociones. Así es como otros van a determinar como tevas a sentir o que es lo que vas a hacer. 

La culpa nos lleva a olvidar lo que necesitamos y sentimos, deja sin atender nuestros derechos, convierte nuestras prioridades vitales en necesidades secundarias.

Es importante diferenciar entre sentimiento de culpa a causa de nuestras acciones, del sentimiento que otros han inculcado en nosotros. Por ejemplo unos padres excesivamente estrictos pueden hacer que su hijo experimente culpa por no lograr satisfacer las expectativas, las demandas y las quejas que le transmiten .

A mi me ha ocurrido, siempre pienso que mis padres lo hicieron realmente lo mejor que podian con los conocimientos y recursos que tenían a su alcance. Pero eran muy exigentes, y si me equivocaba recibía muchos reproches. Está bastante claro que me he equivocado sin querer en muchas ocasiones al no percibir el contexto y la manera en que había de comportarme del mismo modo que mis padres o hermanos. Se que ellos no me entienden y es un proceso duro de aceptar, solo si lo asumo podré tener mejor calidad de vida. Recuerda que no puedes cambiar a los demás.

Depende de cada uno de nosotros las emociones que sintamos, el valor que damos a la palabra o acciones de los otros y las reacciones que tengamos.

Esta afirmación es muy fácil de decir y más complicada de cumplir. Es un entrenamiento y en ocasiones retrocederás y un comentario te herirá. Pero entrenate con ganas porque es la manera de sentir estabilidad emocional. Estoy en ello, pero el esfuerzo merece la pena. No debes sentirte mal cada vez que otra persona que te importa esté de mal humor y lo paga contigo.

Además, tengo una manera de funcionar en la que la autoexigencia tiene mucho protagonismo al igual que la autocrítica. Detectar un problema es el primer paso para solucionarlo. De manera que me marco objetivos más realistas y me trato con más bondad cuando me equivoco. Antes mi tendencía era el autocastigo, y ese método hace sufrir, disminuye la autoestima, te invade miedo a intentar realizar proyectos por miedo al fracaso y a la carga mental que el error me provoca.

Recuérdate a ti mismo las veces en que has superado dificultades y obstáculos cada vez que cometas un error. Y recuerda que el ensayo-error es el método por el que la ciencia logra avanzar.

La  mayoría de nosotros no tenemos la oportinidad de volver a la fuente de la culpa y pedir que la eliminen. Quizás nos sentimos demasiado humillados como para contactar con esas personas. O quizás tememos que la conversación no concluya con una resolución, abra viejas heridas y genere más sentimiento de culpa en el futuro.

Para no sentir culpa lo mejor es la prevención, viviendo y comportandonos según nuestros valores y actuar con transparencia y veracidad en cada acto.

No siempre podremos eliminar esa sensación de culpa y tendremos que aprender a convivir con ese rún rún de fondo.

Para mi es importante dejar atrás la palabra culpa que está cargada de connotaciones negativas y hablar de responsabilidad de nuestros actos.

Mereces ser feliz. Propónte disfrutar de todo lo buenos que tienes, te mereces todas las cosas buenas de la vida. Deshazte de culpas falsas. Solo eres responsable de tus decisiones, no de las ajenas.

Vivir, gozar y disfrutar son derechos que tenemos todos los seres humanos, no son privilegios. Nos corresponden por ley.

Elisenda Pascual. Autista, Psicòloga, Psicopedagoga. email:elisenda.pascual@gmail.com


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