Martin Larralde explica como un hombre encarcelado injustamente va despidiéndose del paisaje que ama mientras es conducido a prisión. Nunca más consigue la libertad y muere mirando un cielo que está sucio. La letra es una poesia muy simbólica por eso solo os cuento la trama.
Es una de esas canciones rompecorazones ideales para que la emoción tristeza pueda surgir con todo su potencial, da igual que se cante en euskera y no lo comprendamos, el sentimiento que le pone el cantante es tan potente que te llega al alma que la canción va sobre una injusticia.
Si requiere que llores para finalizar una etapa, un proyecto e iniciar otro, llora, que estás preocupado porque tu hijo en P3 es muy distinto en su comportamiento al resto de los niños de su clase, llora, que le diagnóstican en tres espacios psicopedagógicos diferentes que tiene TEA pero hay que esperar seis meses a que le toqué ir a terapia, llora, que la vida avanza y gente imprescindible de tu familia fallecen, llora, que hay profes que te hacen caso y entienden a tu hijo pero otros ni te escuchan, llora, llora, llora y luego sécate las lagrimas y sigue luchando para que tu hijo tenga terapia lo antes posible, para que los profesores entiendan como es y por que hace lo que hace, en relación a los familiares que ya no están confia en que de algún modo aún cuidan de tí, no estás sola ante el abismo, te han dejado su sabiduría.
Al llorar segregamos opiacéos, por eso tras llorar sientes cansancio, sueño y una estraña sensación de alivio.
Permítete llorar. Yo no lloro casi nunca, me educaron para no llorar y menos en público. Por eso recomiendo que llorar es un derecho universal, conecta con tus sentimientos y piensa que todo es siempre de momento, de momento te va mal en el trabajo, de momento te sientes menos cerca de tu amiga, de momento lo pasas mal a nivel económico .... todo es de momento.
Porque como nos dicen en su canción a cara o cruz el grupo Radio Futura.
No esperes hoy la tormenta de ayer
No duran siempre las penas de este infierno
Y aunque el azul del cielo no es eterno
Hasta mañana no vuelve a llover
Nunca se puede saber
Lo que va a ocurrir mañana
Salvo que al fin de semana
Sigue un lunes otra vez
La cosa pierde color
Cuando la piensas dos veces
Y más dispuesto pareces
A pensar en lo peor
Y de repente, pasará el tiempo, y tu hijo es un chaval de 18 años que estudia informática, añoras a los que no están pero el dolor ya no es tan intenso, de momento sigues con el tema económico que podría mejorar (pero que ya es mucho mejor que el que tenías antes), y sabes que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, genial que entre el aire y el sol.
Elisenda Pascual: Psicóloga, psicopedagoga autista. Email: elisenda,pascual@gmail.com
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